Tres simples pasos para el placer
A través del orgasmo de cada fascinante encuentro entre dos cuerpos o más, liberamos una descarga intensa de tensión sexual acumulada y sentimos placer. Todo como resultado de las contracciones musculares de nuestras zonas pélvicas.
Aunque es un proceso natural y biológicamente sano, muchas personas no lo logran o se frustran al no obtener la intensidad o sensación esperada. Esto se debe a múltiples factores, y los más frecuentes son la dificultad de relajarse, poca practica de auto-masturbación o exceso de atención en las reacciones del otro.
Para dar rienda suelta a las sensaciones que nos llevan al orgasmo, hay que ser conscientes de que existen dos tipos de orgasmo femenino, el por estimulación del clítoris y la vagina, y el que implica penetración directa. Aunque diferentes los dos llevan al placer y requieren tres simples pasos como preparación para llegar a ellos.
Primero, concentración con la mente relajada, enfocándose en los múltiples estímulos de placer. Luego, dejar volar la imaginación, con la mente relajada y despejada, las ideas vuelan en torno a las sensaciones que percibe el cuerpo. Y finalmente, enfocarse en los gustos personales, guiar a la pareja hacía las zonas más receptivas con el contacto y ritmo justo.
Prueba desconectarte y sentir en una de nuestras habitaciones, el momento es tuyo.